Dentro del Capítulo de Trastornos del sueño-vigilia, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) define el Trastorno de insomnio como la predominante insatisfacción por la cantidad o la calidad del sueño, asociada a uno (o más) de los siguientes síntomas:
- Dificultad para iniciar el sueño.
- Dificultad para mantener el sueño, que se caracteriza por despertares frecuentes o problemas para volver a conciliar el sueño una vez despierto.
- Despertar pronto por la mañana con incapacidad para volver a dormir.
Entre el 6% y el 10% de la población sufre Trastorno de insomnio y no es capaz de dormir entre 7 y 9 horas, tal y como recomiendan expertos como el científico
Matthew Walker, profesor de neurociencia y psicología en la Universidad de California, Berkeley.
La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) es un tipo de terapia psicológica, breve, estructurada y basada en evidencia científica, útil para combatir los síntomas del insomnio. La TCC-I se centra en reestructurar los pensamientos, las emociones y conductas que contribuyen al insomnio mediante técnicas como el control de estímulos, la restricción del sueño o el entrenamiento de relajación.
La TCC-I se puede utilizar junto con tratamientos complementarios, como la terapia farmacológica o técnicas de neuromodulación, como la Estimulación transcraneal por Corriente Directa (tDCS) o la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS).
Te invito a contactar con Javier Vázquez, Psicólogo General Sanitario y Candidato a Doctor en Neurociencia Clínica (688 785 715 – jcv.phd@gmail.com), si necesitas más información con relación al Trastorno de Insomnio.