Dentro del Capítulo “Trastornos Depresivos”, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) define a la Depresión como Trastorno de Depresión Mayor, un estado en el que acontecen, durante el mismo período de dos semanas, como mínimo 2 de los síntomas siguientes:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso).
- Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).
- Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días.
- Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
- Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).
- Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
De acuerdo con el Beck Insitute for Cognitive Behavior Therapy, la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el tratamiento de la depresión es un tipo de terapia psicológica, breve, estructurada y basada en evidencia científica, útil para combatir los síntomas de la depresión.
Mediante la TCC, y el aprendizaje de herramientas como el Análisis Funcional, el paciente aumenta su nivel de conciencia, y mejora su capacidad de planificación o resolución de problemas, a la vez que logra responder eficazmente a creencias disfuncionales (sobre las uno mismo, su entorno, o el futuro) o la rumiación (conjunto de pensamientos negativos, repetitivos, que implican centrarse en las causas y consecuencias de los propios problemas de manera repetitiva, sin dirigirse a la solución de estos problemas).
La TCC se puede utilizar junto con tratamientos complementarios, como la terapia farmacológica o técnicas de neuromodulación, como la Estimulación transcraneal por Corriente Directa (tDCS) o la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS).
Te invito a contactar con Javier Vázquez, Psicólogo General Sanitario y Candidato a Doctor en Neurociencia Clínica (688 785 715 – jcv.phd@gmail.com), si necesitas más información con relación al Trastorno de Depresión Mayor.
No responses yet