Además de las adicciones clásicas, llamadas trastornos por consumo de sustancias, dentro del capítulo «Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos», el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) también incluye el juego patológico (ludopatía) dentro del capítulo «Trastornos no relacionados con sustancias» o Adicciones Conductuales.
Otras adicciones conductuales, además del juego patológico, serían el trastorno por uso de pantallas (televisión, teléfono móvil o tablet) o el trastorno de juego por internet, una afección que según el DSM-5 necesita de más estudio.
Estos comportamientos activan sistemas de recompensa similares a los activados por las sustancias, pues producen algunos síntomas comportamentales similares a los trastornos relacionados con el consumo de sustancias.
En este sentido, una conducta adictiva puede ser definida como un comportamiento problemático, persistente y recurrente, que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y se manifiesta porque el individuo presenta cuatro (o más) de los siguientes criterios durante un período de 12 meses:
- Preocupación con relación a la conducta adictiva.
- Aparecen síntomas de abstinencia al reducir la conducta adictiva. (Estos síntomas se describen típicamente como irritabilidad, ansiedad o tristeza).
- Tolerancia (o necesidad de dedicar cada vez más tiempo a llevar a cabo la conducta adictiva).
- Intentos infructuosos de controlar la conducta adictiva.
- Pérdida del interés por aficiones y entretenimientos previos, como resultado de la conducta adictiva.
- Se continúa con la conducta adictiva a pesar de saber los problemas psicosociales asociados.
- Ha engañado a miembros de su familia, terapeutas u otras personas con relación a la cantidad de tiempo que dedica a llevar a cabo la conducta adictiva.
- Lleva a cabo la conducta adictiva para evadirse o aliviar un afecto negativo (p. ej., sentimientos de indefensión, culpa, ansiedad).
- Ha puesto en peligro o perdido una relación significativa, trabajo u oportunidad educativa o laboral debido a la conducta adictiva.
De acuerdo con el
Beck Insitute for Cognitive Behavior Therapy, la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el tratamiento de las adicciones conductuales es un tipo de terapia psicológica, breve, estructurada y basada en evidencia científica, útil
para combatir los síntomas de este tipo de adicción.
Mediante la TCC, y el aprendizaje de herramientas como el Análisis Funcional, el paciente aumenta su nivel de conciencia, y mejora su capacidad de planificación o resolución de problemas, a la vez que logra responder eficazmente a creencias disfuncionales (sobre las sustancias, sobre uno mismo, o sobre su “relación” con la conducta adictiva).
La TCC se puede utilizar junto con tratamientos complementarios, como la terapia farmacológica o técnicas de neuromodulación, como la Estimulación transcraneal por Corriente Directa (tDCS) o la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS).
Te invito a contactar con Javier Vázquez, Psicólogo General Sanitario (Nº Col. 22614 COPC) y Candidato a Doctor en Neurociencia Clínica (688 785 715 – info@drvazquez.org), si necesitas más información con relación al Trastorno por consumo de sustancias.