En España, según datos de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), el 93,2% de la población de 15 a 64 años ha consumido alcohol en algún momento de su vida, el 77,2% ha consumido alcohol durante el último año, el 64,5% ha consumido alcohol durante el último mes y el 9% ha consumido alcohol, diariamente, durante los últimos 30 días.
Comenta Gabriel Rubio, jefe de psiquiatría del Hospital Doce de octubre, en este artículo publicado hoy 28 de abril en El País, que “dentro de las adicciones hay niveles, pero muchas veces ni los médicos distinguimos esos grados”.
En este sentido, dentro del Capítulo «Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos«, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) define el Alcoholismo como un «Trastorno por consumo de alcohol«, «un modelo problemático de consumo de alcohol, que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo» y que se manifiesta al menos por dos de los hechos siguientes en un plazo de 12 meses:
- Se consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
- Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo alcohol.
- Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol, consumirla o recuperarse de sus efectos.
- Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
- Consumo recurrente de alcohol, que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
- Consumo continuado de alcohol, a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del consumo de alcohol.
- El consumo de alcohol provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio.
- Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que provoca un riesgo físico.
- Se continúa con el consumo de alcohol a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente, probablemente causado o exacerbado por el consumo de alcohol.
- Tolerancia, definida por alguno de los siguientes hechos:
a. Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol, para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
b. Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de alcohol. - Abstinencia, manifestada por alguno de los siguientes hechos:
a. Presencia del síndrome de abstinencia característico del alcohol.
b. Se consume alcohol para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
La evaluación diagnóstica del trastorno debe ser llevada a cabo por un clínico o sanitario con competencias legales dentro del campo de la psicología clínica o la psiquiatría. Ante la presencia de 2 a 3 síntomas, el diagnóstico resultante sería “trastorno por consumo de alcohol leve”. Ante la presencia de 4 a 5 síntomas, el diagnóstico resultante sería “trastorno por consumo de alcohol moderado”. Finalmente, ante la presencia de 6 o más síntomas, el diagnóstico resultante sería “trastorno por consumo de alcohol grave”.
Desde el punto de vista del tratamiento del trastorno por consumo de alcohol, de acuerdo con el Beck Insitute for Cognitive Behavior Therapy, la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el tratamiento del trastorno por consumo de sustancias es un tipo de terapia psicológica, breve, estructurada y basada en evidencia científica, útil para combatir los síntomas de adicciones como el alcoholismo.
Mediante la TCC, y el aprendizaje de herramientas como el Análisis Funcional, el paciente aumenta su nivel de conciencia, y mejora su capacidad de planificación o resolución de problemas, a la vez que logra responder eficazmente a creencias disfuncionales (sobre las sustancias, sobre uno mismo, o sobre su “relación” con las sustancias).
La TCC se puede utilizar junto con tratamientos complementarios, como la terapia farmacológica o técnicas de neuromodulación, como la Estimulación transcraneal por Corriente Directa (tDCS) o la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS).
Te invito a contactar con Javier Vázquez, Psicólogo General Sanitario (Nº Col. 22614 COPC) y Candidato a Doctor en Neurociencia Clínica (688 785 715 – jcv.phd@gmail.com), si necesitas más información con relación al Alcoholismo o Trastorno por consumo de alcohol.
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